La lista de medicamentos faltantes es larga. Los fabricantes y las coaliciones de semáforos piden ayuda concreta. Tardan en llegar.
Los genéricos, es decir, medicamentos de imitación baratos, representan el 80 por ciento del suministro de medicamentos en Alemania.
El año 2022 empezó con malas noticias para médicos, farmacéuticos y pacientes con cáncer. En febrero de 2022, el medicamento contra el cáncer de mama tamoxifeno dejó de estar disponible repentinamente. Una pastilla redonda y blanca, sin alternativa para los más de 100.000 pacientes. Fueron necesarios meses para que la situación mejorara.
No debería ser sólo este cuello de botella. En verano, los zumos para la fiebre que contienen paracetamol empezaron a escasear de repente para los niños. En otoño, el fabricante del medicamento para la tos ACC Akut informó de problemas en el suministro. El medicamento para el ictus Actilyse del fabricante Boehringer Ingelheim seguirá escaseando hasta el próximo año: es el único en el mundo para el tratamiento agudo del infarto cerebral.
Actualmente hay más de 300 medicamentos en la lista de medicamentos no disponibles del Instituto Federal de Medicamentos y Productos Sanitarios (BfArM).
Esto es sólo una fracción de los aproximadamente 105.000 medicamentos aprobados en Alemania. Y no es raro que exista un medicamento de reemplazo. Sin embargo, cada obstáculo puede tener consecuencias notables. Además, la preocupación por nuevos cuellos de botella ha aumentado con el aumento de los precios de la energía y el gas.
"La situación nunca ha sido tan grave", dijo al periódico Handelsblatt Bork Bretthauer, director general de la asociación de la industria de progenéricos. Los fabricantes con ganancias en el rango de los centavos también tendrían que lidiar con la inflación. "El resultado: la cartera se reduce y algunos medicamentos desaparecen del mercado". Por ello, la asociación pide, entre otras cosas, que se sume la inflación a los importes fijos con los que se reembolsan la mayoría de los medicamentos genéricos en Alemania. Además, existe dependencia de ingredientes activos que se producen principalmente en países como China.
En el gobierno federal también se escuchan atentamente los llamamientos de los fabricantes de medicamentos genéricos y de otros tipos. Sin embargo, actualmente no se vislumbra ninguna ayuda concreta.
En respuesta a una pregunta parlamentaria del miembro del Bundestag del CSU, Stephan Pilsinger, el Ministerio Federal de Sanidad admite al menos que "el aumento de los precios de la energía también somete a una presión adicional a los fabricantes de medicamentos genéricos". Además, la “concentración de unos pocos centros de fabricación” y la escasez de materias primas son una de las causas.
"En este contexto, el gobierno federal está examinando medidas para garantizar el suministro de medicamentos y reforzar los centros de producción en Alemania y la UE", se lee en la respuesta a la que tiene acceso Handelsblatt. Se trata, por ejemplo, de trasladar la producción de principios activos y excipientes a Alemania. Estamos hablando con asociaciones y fabricantes sobre esto.
Estas intenciones no son nuevas, pero ya se reflejan en el acuerdo de coalición de los partidos del semáforo. Sin embargo, el hecho de que el proyecto no haya tenido ningún impulso, incluso después de la grave escasez del medicamento contra el cáncer tamoxifeno, ha llevado a muchos en la industria a temer que se descuide debido a muchas otras reformas en el sistema sanitario. Ya en verano, el ministerio afirmó en una reunión del consejo asesor del BfArM que estaba examinando "posibles medidas legales" para evitar cuellos de botella, sin presentar nada concreto.
A menudo ya no se dispone de medicamentos sencillos, afirma Thomas Fischbach, de la asociación médica.
Hay que “obtener rápidamente jugo para la fiebre, ciertos antibióticos y otros preparados para niños pequeños que se han vuelto raros”. Debido a que actualmente hay muchos niños enfermos, la demanda es alta.
Debido a problemas con el suministro de medicamentos para niños pequeños, como por ejemplo jarabes para la fiebre, la asociación profesional de pediatras pide al gobierno federal que intervenga con poca antelación.
"Ahora necesitamos una campaña de compras impulsada por los políticos para conseguir rápidamente jugos para la fiebre, ciertos antibióticos y otros preparados para los niños pequeños, que en caso de emergencia se han vuelto raros, como era el caso al comienzo de la pandemia del coronavirus", afirmó el presidente de la asociación. Thomas Fischbach al Rheinische Post.
Los planes de modificación de la ley presentados por el ministro federal de Sanidad, Karl Lauterbach (SPD), llegan demasiado tarde.
"Tenemos una demanda muy grande de medicamentos para bajar la fiebre, como ibuprofeno o paracetamol, porque actualmente hay un número extremadamente grande de niños enfermos", afirmó Fischbach. "Es una vergüenza que medicamentos simples como el jugo para la fiebre a menudo ya no estén disponibles". Los padres desesperados acuden a las consultas y los farmacéuticos tienen que soportar el problema sin tener la culpa. "Hay muy pocos proveedores de este tipo de productos, porque la regulación de precios fijos ha llevado a que la producción se traslade a países con salarios bajos como India y China", criticó el pediatra. "Ahora hay problemas en la cadena de suministro allí, lo que a su vez provoca cuellos de botella en las entregas".
Recientemente también se han producido cuellos de botella en el suministro de algunos medicamentos para adultos. En respuesta, el gobierno federal quiere cambiar la ley de adquisiciones. El objetivo es ampliar las cadenas de suministro para reducir la dependencia de los fabricantes individuales, según afirmó a finales de noviembre un portavoz del Ministerio de Sanidad. A pesar de los instrumentos existentes para una preparación alternativa en caso de escasez, la situación es insatisfactoria. Lauterbach declaró al estudio de capital ARD que las compañías de seguros de salud ya no deberían verse obligadas a comprar medicamentos y principios activos donde sean más baratos.
La escasez es una molestia para las farmacias, porque tienen que encontrar alternativas a los medicamentos para los pacientes o, a veces, producirlos ellas mismas, lo que lleva mucho tiempo y es caro.
Por ello, el presidente de la Asociación Federal de Asociaciones de Farmacéuticos Alemanes (ABDA), Gabriele Overwiening, pidió una tasa adicional: "Para gestionar los cuellos de botella en las entregas, las farmacias necesitan urgentemente una tasa para poder hacer frente al alto gasto de tiempo. y personal", declaró al Rheinische Post. "A medio y largo plazo necesitamos más capacidad de producción en Europa para medicamentos importantes, como los antibióticos".
En general, la industria farmacéutica no se siente valorada. Especialmente los fabricantes de medicamentos basados en la investigación están bajo la presión de una ley recientemente aprobada que pretende aliviar la carga de las compañías de seguros de salud legales en vista de su déficit de miles de millones de dólares. Entre otras cosas, prevé un mayor descuento para los fabricantes de medicamentos protegidos por patentes y una moratoria de precios. "En lugar de hacer todo lo posible para evitar cuellos de botella en el suministro de algunos medicamentos esenciales, los semáforos utilizan la Ley de Estabilización Financiera del GKV para castigar a los fabricantes de medicamentos con medidas de ahorro adicionales", afirmó el político del CSU Pilsinger. "Como si la inflación y el aumento de los precios de la energía no existieran, los fabricantes de genéricos en particular están siendo presionados".
También hay voces en el grupo del semáforo que presionan para que se adopten medidas rápidas. "Las advertencias de los fabricantes de medicamentos genéricos sobre nuevos cuellos de botella en el suministro no son infundadas", afirmó el portavoz de política sanitaria del Partido Verde, Janosch Dahmen. Los cuellos de botella en las entregas son un “disparo de advertencia que debe tomarse en serio”.
Con vistas a obtener ganancias en el rango de los céntimos, Dahmen considera, entre otras cosas, una "remuneración más alta ajustada" como una posible manera de que los fabricantes puedan seguir produciendo de manera confiable, similar a lo que pide la Asociación Pro Genéricos. "En particular, hay que tener en cuenta las condiciones generales actuales, como los elevados precios de la energía y la electricidad", afirmó.
Por otra parte, la producción no podía trasladarse fácilmente a Alemania o Europa. Esto también se demostró con la escasez de tamoxifeno.
"La planta en Alemania, que debido al grave cuello de botella intervino para la producción, tuvo que ser sometida a una limpieza profunda durante días y los materiales de producción restantes fueron quemados antes de que se pudieran producir de nuevo allí otros medicamentos realmente planeados", dijo Dahmen.
A pesar de las advertencias, el experto en salud Nicolas Busch, de la consultora Boston Consulting Group (BCG), todavía ve condiciones bastante cómodas para los fabricantes de medicamentos genéricos en Alemania. Debería ser posible realizar ajustes de precios de los medicamentos esenciales.
El experto en salud Nicolas Busch. "Sin embargo, los precios de los medicamentos genéricos en Alemania siguen siendo relativamente altos en comparación con los estándares internacionales", afirmó Busch. "Al mismo tiempo, los volúmenes vendidos son extremadamente altos, porque Alemania no sólo es el mercado más grande, sino que también tiene la mayor proporción de genéricos". Esto también lo señalan las compañías de seguros de salud, que ven el problema no en el Precios alemanes, pero concentrados en unos pocos fabricantes Véase mercado mundial.
El ejemplo del tamoxifeno muestra que el sistema puede reaccionar bien en caso de emergencia. La BfArM recibió los primeros informes de problemas de entrega en enero y la autoridad anunció las primeras medidas en febrero. Una semana más tarde, el ministerio de Lauterbach identificó oficialmente una escasez de suministro. Entonces se permitieron numerosas importaciones, por ejemplo desde Suiza y el Reino Unido. "La intervención ya se está realizando con bastante eficacia", afirma Busch, experto en BCG. El medicamento ya está disponible nuevamente.
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